Traducciòn de
Charo Altable Vicario y Jean W. Lescouflair Lamour
(titolo originale: Psicosintesi. Una cura per l’anima)
L’UOMO Edizioni
Collana: International
Psychosynthesis Library
Firenze 2015
ISBN 978-88-95473-17-8
Pagine 240
€ 20,00
El modelo assagioliano de la psicosíntesis aplicado a la terapia se revela hoy como el más apropiado para comprender el malestar existencial del ser humano. El ser humano se entiende como un ser vivo que se autorrealiza, recorriendo un camino individual y relacional que va del Yo al Sí mismo y de la personalidad al alma.
La enfermedad es un momento de parada y de lentitud en este proceso y/o un acto de separación o cierre relacional. En ambos casos el ser humano dice No a sí mismo y a la propia condición humana, se retrae de la vida por temor o bien se pone por encima de ella por arrogancia; se deteriora así hasta la ruptura el hilo de unión entre el Yo y el Sí mismo.
La terapia se revela entonces como una intervención que mira a una reparación espiritual del tramo de unión entre la personalidad y el alma, para hacer retomar al ser humano su camino de autorrealización.
El factor terapéutico fundamental que permite restablecer la relación entre el Yo y el Sí mismo es la humildad, cualidad humana por excelencia, junto con los buenos sentimientos que, como una constelación, parecen indicar al ser humano los varios tramos del recorrido del camino de retorno a sí mismo y a su humanidad.
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Alberto Alberti, como buen discípulo y colaborador de Assagioli, el fundador de la psicosíntesis, pone el acento en la autorrealización de los seres humanos, viendo la enfermedad y el sufrimiento como relleno de un vacío; allí donde debía estar el amor y la alegría está el dolor y el sufrimiento.
Lo que nos propone como cura es ver la terapia como una síntesis: una composición armónica de sentimientos, entre los cuales el amor, la alegría y la humildad, contraria a la arrogancia, constituyen el humus terapéutico que facilita el desarrollo y reencuentro con nuestro verdadero ser, con sus límites y potencialidades.
Haciéndose eco del mito griego de Teseo (conciencia) en el laberinto (inconsciente individual), nos propone un camino o hilo de relación con Ariadna (los buenos sentimientos) para llegar a nuestra alma, a una unión con nuestro verdadero ser y con todo el universo.
En el libro, Alberto lanza otra mirada a Grecia y al culto de Asclepio que ilustra la idea que él tiene de la terapia como un conjunto de factores y técnicas que han de ser utilizadas de modo sistemático, tal y como hace la psicosíntesis. Por tanto no puede ser suficiente en una terapia la escucha, la acogida, la empatía, la atenuación o la curación del sufrimiento sino que ha de ser posible la recuperación plena y total de la alegría de ser y estar ahí y de vivir.
Y para ello es indispensable que la voluntad de curarse sea también voluntad de amar para lograr establecer relaciones armoniosas interpersonales y sociales, porque la potente fuerza creativa del amor permite la armonización no solo entre un individuo y los otros sino también entre las varias partes de la personalidad de cada individuo; enfermedad por tanto como carencia de amor, y amor como medio terapéutico, como fuerza de síntesis, cohesión y armonía.
Charo Altable Vicario
Valencia 2014
(Presentaciòn)